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Año del 90 aniversario de la CORA

15/04/2019

El 15 de agosto la CORA cumplirá 90 años. Se creo con el fin de trabajar en los problemas relacionados con el ejercicio profesional en los diferentes ámbitos: laboral, salud publica y enseñanza universitaria. Presentamos aquí la posición institucional sobre este importante aniversario

Parece increíble pero la CORA, nuestra querida CORA, cumple este año su vuelta al sol número noventa. Es inevitable recordar el sueño de unos pocos odontólogos que en 1929 comenzaron con esta idea de congregar a los profesionales para trabajar en el bien común.

Era otra la odontología, era otro el país… era  otro el mundo, solo imaginar cómo se ejercía nuestra hermosa profesión en el siglo pasado casi estremece. Y en esa realidad, un grupo de idealistas creó la CORA. Ha pasado mucho tiempo, muchas autoridades, muchos nuevos colegas han llegado y muchos viejos se han ido, sin embargo los problemas en el ejercicio profesional se mantienen.

Este año que debería ser solo de festejos, nos confronta con la cruda realidad de la difícil situación que debemos encarar para desarrollar con tranquilidad nuestra profesión. De todos los rincones del país llegan voces que expresan la preocupación para poder seguir al frente del sillón atendiendo pacientes con normalidad. Es lógico pensar que este presente no estaba en el ideario de los precursores.

En este contexto, surge la necesidad de replantearse qué hemos hecho los odontólogos para que hoy padezcamos el ejercicio de la profesión en lugar de disfrutarlo. Independientemente de las situaciones políticas y económicas que nos afectan, y mucho, en los últimos tiempos.

Alguien comentaba que los odontólogos tenemos la misma actitud que ostenta un tenista: somos individualistas y solo pensamos en nuestro beneficio y éxito personal, y tal vez esta comparación sea bastante cercana a la realidad. No priorizamos el trabajo en equipo ni apoyamos políticas comunes. Es probable que esta manera de actuar sea la explicación (al menos en parte) de nuestra coyuntura.

Dejemos de mirar nuestro ombligo, pensemos más allá de las cuatro paredes del consultorio, busquemos a nuestros iguales y conversemos con ellos, concurramos a las instituciones, apoyémoslas y volvamos a poner en valor y bien alto a nuestra profesión.