Un interesante trabajo publicado en la revista de la Asociación Odontológica Argentina (AOA) de 1976 -de la cual se han tomado la mayor parte de las referencias de esta revisión histórica-, Diego Bagur expresa las preguntas que todos podemos hacernos: “¿Cómo fueron aquellas resueltas mujeres, algunas casi niñas, que se decidían a estudiar y competir profesionalmente en un medio todavía de gran aldea?”. Y se responde: “A veces pintorescas, preparando sus cavidades con el ajustado e incómodo corsé, inclinándose rítmicamente al compás del pedaleo del torno del pie”.
Estas colegas pioneras, en las primeras décadas del siglo XX, fueron verdaderas y valientes heroínas al tener que superar los escollos que surgían de su condición de mujer. Muchas de aquellas buscaron las posibilidades de los servicios asistenciales y concurrieron tímidamente a congresos, asambleas científicas y reuniones societarias.
Las primeras mujeres en cargos de decisión
Sara Justo -hermana de Juan Bautista Justo, cirujano y fundador del Partido Socialista Argentino- no solo fue una de las primeras odontólogas argentinas sino que, además, fue una de las líderes del movimiento feminista. Fue designada ayudante de médica y odontologista en la sección Escolar del Dirección Nacional de Higiene. Allí realizó estudios y estadísticas demostrativas de la importancia y necesidad del odontólogo en la inspección escolar. Como docente siguió las orientaciones de la primera médica argentina, Cecilia Grierson, y se dedicó a dictar cátedras de puericultura. Fue directora de la Escuela Profesional de Mujeres Paula Albarracin de Sarmiento, realizó viajes educativos de perfeccionamiento por Europa y colaboró con la Dra. Alicia Moreau de Justo en la fundación del Comité Prosufragio Femenino.
Otra figura destacada fue Josefina Mendoza, quien fundó en 1915 el Consultorio Escolar en la Escuela Sarmiento y en 1917 fue ascendida a jefa de servicio. Unos años después, en 1926, Magdalena de Sánchez asumió como jefa del servicio de Odontología del Hospital Rivadavia.
Colegas destacadas en publicaciones profesionales
En 1921, Elvezzia Tatarletti se constituyó en la primera directora de una revista dental, perteneciente al Centro de Estudiantes de Odontología, y en 1936 los Archivos Odontológicos -órgano oficial del Ateneo de Dentistas del Hospital de Córdoba- fue codirigido por Lydia F. Guinazú y Sagrario García. La Dra. Ester Carames de Aprile, en la década de 1940, desempeñó el cargo de directora de redacción en la Revista Odontológica. Carmen Castellanos dirigió en 1937 la Gaceta Odontológica y en 1964 Fanny Vinocur hizo lo propio con Tribuna Odontológica.
Una de las primeras bibliotecas del país en el Circulo Odontológico Cordobés estuvo a cargo de la colega Alina Grenon, en 1926. Cabe aquí destacar la intensa e impecable tarea realizada por la Dra. Margarita Muruzabal en la Biblioteca de la Asociación Odontológica Argentina (AOA), quien consiguió, durante su ejercicio, constituirse en la mejor y más completa biblioteca odontológica de Latinoamérica.
El ámbito institucional
En el ámbito de las asociaciones profesionales, instituciones de tradicional dominancia masculina, las mujeres demoraron mucho en ocupar roles jerárquicos. Trabajaban en comisiones, participaban de actividades institucionales pero acotadas por su condición femenina. De los ciento seis socios de la Sociedad Odontológica Argentina, solo el 16% eran mujeres y si bien varios dirigentes mencionaban y agradecían la presencia de colegas mujeres -como se recoge de los discursos de época- la real inserción se diluía en meras expresiones de cortesía y galantería. En el caso de la AOA transcurrieron muchas presidencias hasta la designación en 1994 de la primera mujer que ocupó ese cargo, la Dra. Ana Pereira.
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