“La enfermedad periodontal repercute en muchas otras patologías”, afirma la tiutlar de la Sociedad Argentina de Periodoncia (SAP) en un extensa entrevista realizada en la revista de la CORA "Salud Bucal"
¿Por qué no hay tanta conciencia del impacto de la enfermedad periodontal en la salud general?
Posiblemente, ahí haya un problema que tenga que ver con nuestra formación. Existe una cuestión cultural respecto a que la boca nos pertenece a los odontólogos y el cuerpo, a los médicos. Sin embargo, la enfermedad periodontal repercute en un montón de otras enfermedades. Es como si la boca no fuera parte del cuerpo, sino que estuviera separada, ni formara parte de la salud general ni tuviera incidencia sobre esta. Algunos odontólogos cuando los médicos, por ejemplo, le piden a un paciente realizarse un prequirúrgico solamente se fijan en las caries, dejan de lado la enfermedad periodontal. Entonces, ahí está el error. Es cierto que lentamente se habla cada vez más sobre este tipo de patologías vinculadas con la salud general y periodontal. Y creo que los colegas más jóvenes empiezan a darle mayor importancia a esta unión.
¿La enfermedad periodontal con qué tipo de enfermedades, ya sea odontológicas o no, se vincula?
Está relacionada principalmente con la diabetes porque ambas tienen un proceso inflamatorio en el medio. La enfermedad periodontal afecta incrementando el nivel de glucemia de los pacientes diabéticos y, por otro lado, el aumento de la glucemia va a producir mayor severidad, distribución y más pérdida de huesos. Pero se la vincula también con los pacientes fumadores porque se observan pocos signos clínicos y aunque pareciera que no están enfermos, si lo están. Cuando se dan cuenta ya los dientes se mueven y se caen; ahí la patología está muy avanzada. Se ha visto que madres embarazadas con enfermedad periodontal avanzada pueden tener bebés de bajo peso o a pretérmino. Se debe a que cuando se está por desencadenar el parto, el proceso que se genera es una respuesta inflamatoria y muchos de los factores que hacen que se precipite el nacimiento son similares a los que produce la enfermedad periodontal. Asimismo, está relacionada con problemas cardíacos, ateromas, con procesos inflamatorios de la obesidad, con algunos tipos de enfermedades neurológicas. Existe mucha cantidad de inoculación, y eso cada vez se estudia más porque la respuesta que da la enfermedad periodontal es inflamatoria, similar a la de muchas otras enfermedades y no se puede determinar si la infección es solamente por la encía porque los productos que genera la infección van por todo el organismo. También, la periodontitis es una manifestación de patologías severas. A veces es un síntoma más de una enfermedad o de un conjunto de ellas; en otras oportunidades, enfermedades vinculadas con deficiencia de colágeno o carencias en la formación de huesos tienen aspecto de periodontitis. Estas son afecciones más generales, pero también se revelan en la boca aunque son mucho más raras. Algunos medicamentos producen también un aumento en el volumen de la encía y esto dificulta la higiene
¿Podrías dar más detalles sobre la relación con la diabetes?
Algunas enfermedades que son sistémicas necesitan que la enfermedad periodontal se produzca, como es el caso de la diabetes. Debe haber placa, si no existen bacterias o están controladas, no se va a desarrollar la enfermedad a pesar de padecer diabetes. En cambio, si existe placa bacteriana y se produce la enfermedad con un mal manejo de la glucemia, la severidad a nivel periodontal es mayor a la de un paciente normal. Y es más grave que en uno con enfermedad periodontal pero con la diabetes controlada, sin un buen control de la glucemia el cuadro empeora. También se dice que los pacientes diabéticos tienen un riesgo más elevado de presentar problemas cardiovasculares y renales cuando no tienen controlada ni la glucemia ni la enfermedad periodontal, ya que todas las arterias que irrigan tanto parte del corazón, como el riñón, la boca, el ojo, como los terminales de los dedos son muy delgaditas y se producen una alteración en la membrana basal de los vasos sanguíneos de estos capilares. Pero todas estas interrelaciones desde hace un tiempo se estudian más y se les da más relevancia, sin embargo para que se entiendan plenamente falta mucho aún. Desde nuestro lugar, intentamos por todos los medios explicarlos y que la gente le preste atención.
¿Qué debería saber el paciente respecto a esta enfermedad como para prevenirla?
Lo más importante es realizar los controles. No obstante, el problema de la enfermedad periodontal es que no duele, o rara vez esto sucede, no es un signo que trae a la consulta. Al no doler y ser tan frecuente, no se le da importancia. Pero que sea común no significa que esté bien. Sería lo mismo que lavarme las manos y que me sangraran, si pasara, correría al médico. No hacemos lo mismo cuando nos sangran las encías y es el mayor signo de que hay un problema. Decirle a la gente que se fije si tiene la encía inflamada es algo complejo porque debería saber cómo es una encía en su estadio normal, si aumentó su volumen, si cambió el color, si produce mal aliento; esto último también la población lo relaciona con algo que se comió, y no a un problema bucal.
¿En qué consiste el examen periodontal?
Los pacientes deben prestar atención al cuidado de sus encías y deben hacer una consulta periódica al odontólogo y el odontólogo debería revisar las encías. En cuanto a los pacientes con enfermedades preexistentes deben hacer la consulta mucho más seguido y el profesional deberá prestar mucha atención a como se higienizan. El examen periodontal consiste en constatar que la encía en su estadio normal cumpla con determinadas características: color, forma, consistencia. Por ejemplo, entre la encía y el diente hay un surco donde se puede colocar un instrumento, que se llama sonda, y sirve para ver cuánto mide. En estado normal no debería tener más de tres milímetros, y al retirar la sonda no debería sangrar; eso explica que la boca está en condiciones normales. Si durante ese chequeo, el profesional observa que hay mayor profundidad de sondaje, o siente parte del cemento y toca la raíz del diente y sangra, esos parámetros indican enfermedad. Si el paciente está sano solo se debería corregir la higiene, hacer una pequeña profilaxis en la boca y repetir el control en seis meses. El problema es que la mayor parte de la población se mueve por dolor o estética, y la estética periodontal cambia cuando ya se perdió hueso, cuando el diente se ve largo o cambio de posición; pero a esas alturas ya es demasiado tarde. Reitero que el primer signo para que el paciente se preocupe es cuando sangra la encía. Eso rojo es un semáforo que los está alertando.
Entonces, ¿sería muy importante mejorar las campañas para que la población tome conciencia de esto?
Sí, es clave tratar de que la comunidad comprenda que hay que hacer consultas periódicas al odontólogo o al periodoncista. Los pacientes diabéticos, fumadores, con problemas cardíacos o que toman una determinada medicación -por ejemplo, los bloqueadores de canal de calcio-, los inmunosuprimidos, deberían consultar más seguido todavía. Y si el odontólogo no les revisa las encías, deberían buscar otro profesional que lo haga. Un estudio, en 2007, determinó que el 97% de la población argentina tenía problemas de encías. No deberían sangrar nunca las encías y si eso pasa, es porque por lo menos hace veinte días que no se higienizan correctamente. Si se deja pasar el tiempo, puede pasar que se empiece a perder hueso. El día que el paciente se da cuenta, tiene el diente largo, y luego ese diente se mueve; ahí ya es tarde porque ese hueso no se vuelve a formar, ni reaparece. Lavarse los dientes muchas veces al día no significa hacerlo siempre bien. Si no se hace conscientemente y si alguien no marca el error para cambiar un hábito que tiene que ver con una cuestión manual, de movimientos de la mano, incorporada desde hace años. Cambiar ese hábito lleva mucho tiempo y hay que hacerlo desde el pensamiento. Los dientes y las muelas son piezas con volumen y para una limpieza correcta además de cepillar hay que pasar el hilo dental, el cepillo interdentario, los pick. Es decir, hay que complementar la limpieza con algún instrumento más acorde al espacio existente entre las piezas dentarias. Más allá de la técnica general de cepillado, hay otras cosas a tener en cuenta, por ejemplo, dientes encimados, si uno está más arriba que otro, coronas o puentes, brackets, todas situaciones que, al momento de higienizar la boca, aumentan los riesgos si no se hace bien. El profesional debe indicar las cuestiones particulares de limpieza sobre la boca de cada paciente. La técnica es la misma, pero hay que enseñarle a reconocer la ubicación de las piezas dentarias. Con la técnica en sí uno lo que intenta es barrer las bacterias que se adhieren al diente, porque las que se pegan a la encía se descaman y se caen a la semana. El problema que tienen los dientes es que son una superficie inerte donde se depositan las bacterias, acumulándose, y entre un diente y el otro hay que limpiar específicamente.
Habría dos mensajes, que el paciente concurra al odontólogo y que el profesional revise las encías
Creo que no todos los odontólogos revisan las encías de sus pacientes, creen que con mirarla a ojo descubierto está bien, se quedan conformes y a mí me parece que ahí hay una falla. Los odontólogos nos enamoramos de los dientes lindos, pero si no están sanos, nunca están lindos. Si lo que sostiene al diente no está sano, si la encía no se ve bien, los dientes tampoco. Creo que en ese punto insisto debería haber una reeducación del odontólogo.
LA SAP
La Sociedad Argentina de Periodoncia (SAP) fue fundada por un grupo de odontólogos en 1946. Su finalidad es promover entre odontólogos y la población general la salud periodontal. La capacitación y actualización es uno de sus objetivos centrales: jornadas, simposios, Día de la Periodoncia Clínica, Congreso Estudiantil, Alianza por la Salud con la presencia de profesionales que no son del área de la odontología para que participen y expliquen por qué la enfermedad periodontal afecta a todo el organismo. Cada dos años, desde la década de 1950, se organiza el Congreso Internacional de la Sociedad Argentina de Periodontología, cuya última edición se desarrolló en la ciudad de Buenos Aires del 10 al 12 de noviembre de este año. La SAP es miembro de la Federación Iberopanamericana de Periodoncia (FIPP) y participa en su comisión y actividades. También, integra la Federación Europea de Periodoncia.
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